Hace exactamente 1700 años se promulgó el Edicto de Milán (313), por el cual se estableció la libertad de culto en el Imperio Romano. El Emperador de Occidente, Constantino, que había nacido en la actual Nis (Serbia), no solo fue copartícipe del Edicto, sino que fundó también Constatinopla –Estambul hoy en día-, y en esta ciudad la que fue la primera iglesia de Hagia Sofia (Divina Sabiduría), que en posteriores reconstrucciones se convirtió en el templo cristiano más grande de la época (año 537). La influencia de este edificio fue tal que hoy en día los templos cristianos ortodoxos y las mezquitas musulmanas (estos añadiendo minaretes) lo toman como modelo repetitivamente.
Aprovechando el centenario del Edicto de Milán, os propongo una ruta por cinco monasterios ortodoxos en la zona donde nació Constantino.
Visoki Decani
Visitamos en primer lugar el Monasterio de Decan Vitoski. Situado entre Gjakova y Pej, en Kosovo, el monasterio de Decan se me asemeja a un oasis. Rodeado por un alto muro, cuando lo atraviesas te invade una sensación de paz y tranquilidad. Junto con el Patriarcado de Pej y Gracanica, está incluido en el listado de la Unesco del Patrimonio de la Humanidad desde 2004.
Fundado en 1327 por el rey Stefan Uros, es, de los cinco monasterios que repasamos en este artículo, el más parecido a las iglesias latinas, tal vez porque el arquitecto fue un monje franciscano católico, Vito de Kotor. Su estilo combina románico y gótico temprano. Los muros exteriores están realizados en mármol amarillo y rojizo, colocados en bandas horizontales. Las puertas y ventanas están esculpidos con motivos florales, bestias o con personajes bíblicos.
En el nártex –gran vestíbulo cerrado previo a la entrada en la nao- destacan las pinturas de los muros, cubiertos en su totalidad. Se pueden contar más de mil escenas, dispuestos en ciclos. Uno de los grupos de escenas forma un calendario litúrgico, con 365 motivos para representar cada día del año.
Entrando por una puerta guardada por una pareja de bestias y coronada por una representación de Cristo Enmanuel, se accede a la nao. Dispone de tres naves, cada una con su propio iconostasio –pared formada por iconos que separa la nao del altar-. No olvidéis admirar el Pantocrátor de la cúpula central. La conservación de las pinturas es bastante buena, a pesar de los saqueos e incendios que ha sufrido a lo largo de la historia.
El acceso a la zona del altar en los templos ortodoxos está reservado a los sacerdotes, por lo que no se puede visitar.
Recomiendo visitar este monasterio los jueves por la tarde, cuando se celebran las oraciones de súplica al rey San Stefan, o la liturgia dominical los domingos por la mañana: los cantos “a capella” (nunca mejor dicho) de los monjes te llevan a otro mundo.
Patriarcado ortodoxo serbio
Dejando Decan y viajando hacia el norte, llegamos a Pej, donde está situado el Monasterio del Patriarcado de Pej, sede de la Iglesia Ortodoxa Serbia.

Enclavado a la entrada del valle de Rugova, destaca en su exterior por su color rojo. Se trata de un conjunto de tres iglesias principales, adosadas entre sí, y comunicadas por una entrada común, el nártex. La primera de las iglesias actuales data de una fecha próxima al año 1250, aunque posiblemente está fundada sobre iglesias anteriores, pues en el exterior se vislumbran restos arquitectónicos.
Gracanica
Dirigiéndonos a Pristina, a cuatro kilómetros de ésta, se encuentra Gracanica, junto a la ciudad romana de Ulpiana, apenas excavada. En el centro de Gracanica se ubica el monasterio de monjas, con su iglesia.

Los muros están formados por hileras de piedra y ladrillo, alternadas horizontalmente. De los frescos destacaría los situados en la capilla lateral derecha frontal, que parece que fuera imposible dibujarlos en su época, y los techos.
San Juan Bautista (Jovan Bigorski)
Continuamos el camino hacia el sur, hacia el Parque Natural de Mavrovo, al noroeste de Macedonia.
En este parque, se encuentra el monasterio de S. Jovan Bigorski, de la Iglesia Ortodoxa Macedonia, y destaca por su iconostasio de madera, extraordinario. El iconostasio en las iglesias ortodoxas separa la zona reservada para los sacerdotes, donde consagran, el altar, y la zona abierta al público.

Naum Petka
Terminamos nuestra ruta en Ohrid, al sur, en un monasterio (Naum Petka) situado entre los lagos Ohrid y Prespa.
De esta iglesia, pequeñita, llama la atención además de los frescos interiores la cantidad de pavos reales que viven sueltos en sus alrededores. La razón es que en la antigüedad los pavos eran símbolo de vida eterna.
El monasterio está situado en la desembocadura de un río que surge del subsuelo 500 metros antes. Estas aguas vienen del lago Prespa, situado al otro lado de las montañas, que al no tener salida en superficie, desagua subterráneamente.
¿Y luego?
Si todavía quedan ganas de ver más monasterios, la zona de Meteora en Grecia es una maravilla –ha sido utilizado incluso para rodar escenas de James Bond- o el monasterio de Rila en Bulgaria son dos opciones estupendas.
Puedes leer más textos del autor en el blog Español en los Balcanes, historias de un cantabrón por Kosovo (y alrededores). Imagen de portada: Quinn Dombrowsk Si quieres seguir nuestras actualizaciones, conecta con nosotros en Twitter y Facebook.